diciembre 11, 2011

Tenias gafas de buen estilo, olías a importado de reventa, caminabas a lo langa despilfarrando promesas a tiernitas muchachas. Tu corazón no cedía ni fiaba, tampoco desempacaba equipajes ni concedía asilo a nadie. Tus modales y tu pelo iban de la mano, despeinado eras cerdo y peinado, gigoló muy caro. Gran jugador de paintball y por eso lo estratega, salías a pintar corazones al agua que la lluvia de los ojos despintaba cuando a otra trinchera te espantabas. Victimario por afano, cruel y despiadado, resentido por victima carimbar una vez y ahora solitario otario. Fiel a tu carnaval todo el año y la bandera pirata siempre a mano, cowboy a gamba que inventa el caballo y pescador lobo de mar que después de pescar libera lo encontrado. Oportunista y singular, arrollador, febril, domador excepcional. Te vendes como el mejor caviar y terminas siendo la manzana que pudre el cajón, y por productor de películas de amor de bajo presupuesto, una vez se llevaron tu corazón y nunca jamás lo encontraste de nuevo. Vas, venís, venís, vas, y terminas buscando siempre el mismo lunar… pero esta vez te digo fiero, que ese lunar lo encontró alguien más y esta vez fiero, lo están tratando de cuidar. 

(fue hace años y decidiste volver, pero yo un lugar mejor encontré)


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